Decébalo, caudillo de los dacios, entabla conversaciones con otros caudillos para firmar un tratado de alianza para enfrentarse al Imperio Romano. En Roma, acaba de morir el emperador Tito (Tito Flavio Sabino Vespasiano). Estamos en el año 81 d.C., el hermano de Tito, Domiciano (Tito Flavio Domiciano) acaba de ser proclamado emperador y comenzaba una guerra en Dacia que no acabaría hasta el 106 con el reinado de Trajano. A Domiciano se le describe como un autócrata despiadado pero eficiente, cuyos programas de paz, cultura y economía fueron precursores del próspero siglo II, en comparación con el turbulento crepúsculo del siglo I. Su muerte sería el final de la Dinastía Flavia, pero antes estuvo en dos ocasiones al frente de las legiones destacadas en Dacia y Mesia. El primer viaje de Domiciano fue aprovechado por Saturnino para intentar proclamarse emperador, pero el general Trajano (Marco Ulpio Trajano) acabó con el usurpador. Trajano ascenderá al trono tras el asesinato de Domiciano en el 96 y el breve reinado de Nerva (Marco Coceyo Nerva) que lo adoptó y quien lo nombró co-emperador para así ganarse las simpatías del ejército. Trajano (98-117) acabó en sus primeros años de reinado con las incursiones dacias en territorio romano. Para conmemorar la victoria sobre los dacios mandó construir un nuevo foro y en el centro la Columna de Trajano, una columna de 30 metros que embellecería la ciudad de Roma, donde se cuenta el episodio bélico que mantuvo el emperador con representaciones gráficas recogidas en 155 escenas.
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| Representación artística de la columna de Trajano Fuente: art-historia.blogspot.com Las Guerras Dacias |
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