En el siglo III, el Imperio Romano vivió una crisis religiosa, económica, territorial y militar. En los años centrales del siglo la crisis saltó a la política, con la sucesión de varios emperadores que no eran capaces de dar continuidad por la sucesión de sublevaciones militares y golpes de estado. Además las fronteras orientales estaban siendo atacadas por un nuevo pueblo, los Godos, que se habían hecho fuertes en junto al Danubio en la frontera con la provincia de Moesia.
Legionarios romanos en formación trasladándose a una batalla La crisis del siglo III |